Una pasajera china a la que la seguridad del aeropuerto de Pekín le impedía embarcar en un avión con una botella de lujoso coñac decidió no desperdiciar el licor y bebérselo de una sentada, aunque ello le ocasionó tal borrachera que al final se le impidió tomar el vuelo, informa este martes el diario «Beijing Times».
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